Cada pueblo posee una cultura propia que lo identifica plenamente e incrementa el valor de la misma cuando se tiene una genuina relación con el pasado. Esto constituye la tradición, que es un todo aprendizaje transmitido de generación en generación. La herencia más hermosa que reciben los pueblos y los hombres de sus antepasados lo constituye el Patrimonio histórico cultural que agrupa las obras creadas por sus sabios, arquitectos, músicos, artistas, escritores, artesanos, escultores, y todas aquellas manifestaciones que dan sentido a la vida y definen la identidad. Este patrimonio esta representado en los bienes materiales tangibles e intangibles de cada lugar sus monumentos históricos, obras de arte, literarias, cuentos, leyendas, danzas, costumbres, mitos, etc.

lunes, 31 de mayo de 2010

Armando Urbina El Director de Teatro


Armando Urbina: El director de teatro


Según Armando: “La función de un director de Teatro es hacer más y hablar menos, nunca destruir con la acción ni con la palabra a lo que está hecho”.


A raíz de su llegada del extranjero, Armando como gran anfitrión, educado y hombre de mundo conoce a una serie de artistas que más tarde lo llevarán a consumir el gran sueño como director de teatro: ellos fueron: Rafael Briceño, Amalia Pérez Díaz, Román Chalbout, Edmundo Valdemar y José Torres entre otros. Corren los años sesenta, y la casa del señor Bernardito Vargas sirve de escenarios para la creación del Teatro Experimental de Arte. Allí llegan a dar clases connotados especialistas amigos de Armando. Entre ellos: José Ríos Reina en el área de Música, y Edmundo Valdemar en el área de teatro. Freddy Carpio, Jorge Luyando, Emilio Gutiérrez, Miguel Mariño, Jesús Rojas, Marina Rojas, Sonia Espinosa, Rafael Muñoz, Ramón Ruiz, Aura Carpio y Nelly Carias entre otros, fueron los primeros alumnos de Armando Urbina.

A pesar de su carácter explosivo, Armando supo ser amigo de sus alumnos, era férreo en el trabajo del actor, logrando así un desdoblamiento de cualquier personaje que le asignara su maestro. Entre los años sesenta y tres, y sesenta y nueve se incorporan nuevos valores al Teatro: Rafael Birriel, Solamei Blanco, Luís Martínez, Rafael González y Enrique Tovar entre otros. Ellos lograron amoldarse al trabajo esclavizante pero apasionado del teatro, y de los profesores artistas amigos de Armando que venían de Caracas a dar clases sin sueldo alguno. Armando conoce a la bailarina argentina Tani Gizeh, a quien convence y la trae a Guarenas para dictar clases de expresión corporal. Durante ese tiempo, y hasta el año del terremoto de Caracas, el grupo “El Corral” tuvo una gran significación y relevancia cultural. El año sesenta y siete culminó una etapa de muchos éxitos para Armando. Esa casa que desbastó el terremoto se llegó a montar hasta seiscientas obras. El espacio donde cabían hasta ciento cincuenta personas, en muchas oportunidades se hacia pequeño por la cantidad de obras importantes que allí se llegaron a montar, así como también ilustres personajes llegan a dar conferencias en este pequeño e importante teatro: El Doctor Arturo Uslar Pietro, Cesar Rengifo y Alberto de Paz y Mateo, quién llegó a dar conferencias y clases magistrales de Teatro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario